lunes, 3 de septiembre de 2018

Tecnologia vs familia

Podemos definir a la familia como el grupo que nos da sustento y crianza, nos forma como personas al establecer en nosotros los valores morales y universales y nos orienta a lo largo de nuestro desarrollo como seres humanos, sobre todo en la infancia.
Hoy en día, las familias procuran mantener la armonía y unión en su interior; sin embargo, muchas veces su intento fracasa y de esta manera dejan de cumplir su labor de crear seres humanos integralmente formados.
Un factor a considerar en la manera como se establecen las relaciones interpersonales es la tecnología.
Todo parece indicar que la modernidad ha traído consigo mayor complicación a las relaciones que se establecen al interior del núcleo familiar.

Minimizan interrelación


Tal es el caso de los adelantos tecnológicos a los que hoy en día tiene acceso la mayoría de las personas en el mundo como el Internet, televisión satelital, telefonía celular, etc. que no han servido para facilitar la interrelación entre los seres humanos, sobre todo al interior de la familia misma.
Al contrario, sólo la han minimizado, postergado y devaluado y, en muchos casos, hasta aniquilado.
La evolución de las organizaciones y estructuras sociales de la era moderna indican avances significativos en cuanto a las relaciones de equidad de género.
Esto lo observamos cada vez con más frecuencia entre el hombre y la mujer al integrarse en matrimonio, donde ambos consideran el trabajo como una opción a la que pueden acceder según su derecho, asunto que en el pasado era visto diferente, ya que el mundo laboral era exclusivo al hombre y a la mujer le correspondían sólo los menesteres del hogar y la crianza de los hijos.
Esta manera como hoy en día se organizan las parejas modernas, no ha representado un beneficio directo en la calidad de las relaciones familiares.
Al contrario, en muchos casos donde padre y madre trabajan, el soporte de crianza y cuidado de los hijos que utilizan no son adecuados y en algunos casos son contraproducentes.
Esta dinámica es fácil reconocerla cuando vemos a los niños horas sentados viendo televisión, entretenidos con los juegos de video, “conectados” a la red, navegando o en el “messenger”.

Ignoran riesgos


No se toman en cuenta los riesgos terribles que esto trae consigo, como accesar a información no apta para la edad del niño (pornografía, violencia, etc.); interactuar con bandas del crimen organizado dedicados al secuestro y extorsión virtual y, hasta depredadores sexuales; y lo irónico es que esto ocurre en el interior del hogar casi frente a los padres.
Lo importante es reconocer que el tiempo que la familia dedica a actividades comunes cada vez es menor, propiciando aislamiento y soledad con el apoyo del uso de los medios electrónicos y otros recursos tecnológicos que cada vez es más “necesario” tener en el hogar.
El colmo es que hasta los automóviles vienen hoy en día con reproductor de películas (si no lo trae el auto, se compra aparte y se adapta) “para que los niños se entretengan y no molesten”.
Viajar en familia es uno de los momentos obligados donde la familia se reúne sin distractores, lo que le permite interactuar, platicar, jugar, bromear, conocer qué hacen y qué les pasa a los otros.
El uso del Internet en el hogar es desmedido, al grado que en épocas de vacaciones se permite a los hijos “chatear” hasta altas horas de la madrugada con el argumento de que no tienen que levantarse temprano al día siguiente.
Es importante considerar que en el caso de muchos adolescentes, es tal su afición al chat, que se van rezagando en el manejo de las relaciones interpersonales frente a frente: son torpes e inseguros, sus habilidades de expresión verbal son pobres y su percepción de sí mismos no es muy buena, contribuyendo así a bajar su autoestima y su capacidad de logro y de adaptación ante situaciones de orden social, en la escuela con sus iguales y en general con todo grupo o persona.

La familia ideal


Podemos decir que debe ser común a las familias:
- Procurar un sano desarrollo de los miembros.
- Buscar el aprendizaje de habilidades comunicativas.
- Lograr la expresión apropiada de la afectividad.
- Orientar hacia la solidaridad.
- Tener capacidad de ajuste o adaptación a diferentes entornos, situaciones o personas.
- Fomentar una autonomía centrada en el bienestar propio y, muy importante, sujetarse a normas y reglas en el ámbito social para lograr una sana convivencia con los diferentes grupos donde interactúa.

Tome el control


Como padre de familia, usted tiene la responsabilidad de controlar y poner límites para un uso razonable del Internet en su hogar:
- Hablar en familia sobre la importancia y el uso de los medios electrónicos como el Internet, así como de los peligros que implica el mismo, dejando claro que existen tiempos para todo y que la convivencia es más importante.
- Evitar el uso desmedido del Internet en el hogar, establecer horarios y conocer los motivos del uso, es decir, si es para alguna consulta derivada de las tareas escolares, o bien, si sólo es para bajar música o chatear. Racionalizando el tiempo para cada asunto.
- Vigilar la visita a sitios web cuyo contenido no sea apto para la edad de los niños: violencia, pornografía, etc.
- Propiciar actividades y reuniones donde todos participen; rentar una buena película que propicie compartir momentos agradables.
- Planear una comida familiar procurando platillos atractivos al gusto de cada uno de los miembros cuando sea el gusto variado y evitar, de esta manera, que alguien no disfrute del todo el momento.
- Si existen situaciones, eventos y recuerdos que por un tiempo han interferido de manera negativa con la dinámica familiar, es muy saludable visitar a un especialista que brinde apoyo de manera oportuna. Este tipo de situaciones incómodas son comunes en toda familia. Si se dejan de lado y sin la debida atención, sólo se logra “anidar” y “encuevar” dicho evento, provocando una situación más compleja y difícil de desarticular.
- Es necesario advertir y aclarar que la comunicación es un bien social que hay que propiciar, construir, cuidar y alimentar de una manera adecuada y oportuna; no es sustituible ni aplazable.
- Si consideramos, preservamos y mantenemos en buenas condiciones este bien al interior de las familias, podremos cultivar de manera artesanal seres humanos aptos para tomar decisiones, para adaptarse a este mundo lleno de contradicciones, y sobre todo, entes que sepan relacionarse con los demás y consigo mismos.
http://www.buenasalud.org/print.php?id=y1zv3s41

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