La religión ha
sido la tercera gran unificadora de la Humanidad junto con el dinero y los
imperios. El papel histórico unificador de la Religión ha consistido en
conferir legitimidad sobrehumana a los órdenes y jerarquías sociales que por
supuesto son imaginadas por el hombre. Las religiones afirman que nuestras
leyes no son el resultado del capricho humando, sino que son ordenadas por una
autoridad absoluta y suprema. Esto ayuda a situar al menos algunas leyes
fundamentales más allá de toda contestación, con lo que se asegura la
estabilidad social.
El autor hace una
diferencia bien interesante entre las religiones teístas, el Islamismo, el
Cristianismo, el judaísmo por ejemplo, y otras religiones que él llama
Religiones de ley natural tales como el liberalismo, el comunismo, el
nacionalismo y el nazismo.
Dice que a estas
creencias no les gusta que se les llame religiones sino que prefieren llamarse
ideologías. Par el caso es igual, son todas religiones al fin y al cabo. Si una
religión es un sistema de normas y valores humanos que se fundamenta en la
creencia en un orden sobre humano (no necesariamente sobrenatural), entonces el
comunismo soviético no era menos religión que el islamismo.
Las religiones no
necesariamente teístas, que el autor llama Religiones Humanistas, es decir las
que veneran a la humanidad son tres.
Humanismo
Liberal: la humanidad es individualista y reside en cada individuo. El
mandamiento supremo es proteger el núcleo interno y la libertad de cada Homo
Sapiens individual.
Humanismo
Socialista: La humanidad es colectiva y reside en la especie Homo Sapiens como
un todo. El mandamiento supremo es proteger la igualdad de la especie homo
Sapiens.
Humanismo
Evolutivo: La humanidad es una especie mutable. Los humanos podrían degenerar a
subhumanos o evolucionar a superhumanos.
El mandamiento
superior que tienen en común estas tres religiones es: Homo Sapiens posee una
naturaleza única y sagrada que es fundamentalmente diferente de la naturaleza
de todos los demás seres y fenómenos. El bien supremo es el bien de la
humanidad.
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